Fundación 99 lanzó la segunda versión de su encuesta “Caracterización de la educación rural en Chile”, estudio que ofrece continuidad a su primera edición (2020) y que busca visibilizar la situación en las escuelas rurales durante y post pandemia, y contribuir al debate educativo, para fortalecer el desarrollo de políticas públicas que consideren las fortalezas y desafíos propios de la educación rural.

La educación rural en Chile

Según datos del Mineduc (2021) las escuelas rurales equivalen a más del 29% del total de los establecimientos educacionales del país y tienen un número de matrícula equivalente a 277.844 estudiantes, lo que corresponde al 7,7% del total.

Principales hallazgos de la Caracterización

Casi el 20% de los docentes encuestados dice que sus estudiantes no cuentan con conexión a internet en sus establecimientos y el 40% que es intermitente. 

Más de la mitad responde que sus estudiantes no cuentan con internet ni con dispositivos tecnológicos en sus hogares (51%). Solo el 7% señala que sus estudiantes cuentan con internet y dispositivos a libre disposición en sus hogares. 

En 2020 solo el 16% de los docentes hacía clases todos los días, grupo que aumentó a 63% en 2021. Mientras que el 32% reportaba en 2020 que no pudo hacer clases, esa proporción desciende a apenas 4% en 2022. A pesar de que se ha mejorado, el año 2021 un 36% de estudiantes no pudo tener clases todos los días.

El 67% señala que durante el periodo escolar  anterior (2021) los estudiantes tuvieron un aprendizaje mayor que en 2020, lo que se puede relacionar al retorno a actividades y contexto de aprendizaje en la modalidad presencial.

En 2022 el 67% de los que responde la encuesta señala que enseñó menos del 75% del currículum priorizado durante el periodo escolar anterior (2021). El 25% de los docentes reporta haber pasado entre 76% y 90% y solo un 8% más del 90% del currículum priorizado.

Respecto a las emociones predominantes durante el periodo escolar anterior (2021), el 70% señala que la preocupación es la emoción más predominante que percibieron. 

79% de los encuestados señala que tuvo una comunicación diaria con los estudiantes y el 39% con los apoderados. 

96% de los encuestados señala que las familias de los establecimientos desean volver a un escenario presencial; el 93% que las familias parecen confiar en que el retorno a la presencialidad puede realizarse de manera segura y el 89% que su escuela cuenta con las condiciones necesarias para volver a la presencialidad.

En relación a los desafíos, la falta de conectividad a internet es el principal que se percibe (79%), siguiéndole la falta de recursos educativos adecuados para la educación rural (40%) y la falta de dispositivos tecnológicos (39%). 

El 83% de los encuestados señala que se encuentra interesado en realizar un diplomado o recibir formación sobre educación rural y multigrado. 

Más del 80% de las y los docentes indica que descansa 5 horas o menos a la semana y solo el 16% supera las 6 horas de tiempo de ocio.

“Más allá de las estadísticas, creemos profundamente que la escuela rural es mucho más que una escuela. Es mucho más que cuatro paredes que enseñan matemática, lenguaje, inglés, ciencias o, en el mejor de los casos, habilidades como la colaboración, pensamiento crítico, entre otras. La escuela rural es un centro comunitario, es un eje de desarrollo local, en ella convergen vecinos, vecinas, gobiernos locales, empresa privada, estudiantes. Gran parte de la vida comunitaria ocurre en torno a la escuela rural”, dijo al respecto Gonzalo Plaza, director ejecutivo de Fundación 99.

“Por último, en las escuelas rurales ocurre gran parte de la innovación educativa que tanto hablamos, metodologías activas, aprendizaje profundo, fusión de niveles, relación con el medio ambiente, vínculo con la familia, entre otros”, continúa. 

La encuesta fue liderada por Fundación 99 y contó con el apoyo del Ministerio de Educación, la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias, la Dirección Nacional de Educación Pública y Fundación Educacional Amanda Céspedes. Mientras que el análisis descriptivo de los resultados estuvo a cargo de la Dirección de Estudios Sociales de la Universidad Católica.